Al Teresa Carreño que desborda en talento



Altivo, un bastión con aires futuristas que se alza como protector de la cultura en Venezuela. El Teatro Teresa Carreño es desde 1976 el emblema de una capital latinoamericana amante de las artes en donde todas las manifestaciones tienen cabida.

Su construcción se inició a finales de 1972, luego de conocerse el resultado del estricto concurso convocado por el Gobierno Nacional con el fin de construir una sala de conciertos que sirviera como sede de la Orquesta Sinfónica Venezuela, dirigida entonces por el Maestro José Antonio Abreu.

El proyecto concebido inicialmente es modificado en 1971 para crear una sala de usos múltiples que permitiera también la presentación de ballet, ópera y cantantes.

Los arquitectos ganadores, Jesús Sandoval, Tomás Lugo y Dietrich Künckel, propusieron cambiar el panorama de Caracas haciendo de Bellas Artes una suerte de urbe 20 años adelantada a su tiempo. A la par se erigían los que fueron por años, los rascacielos más grandes de Latinoamérica, las Torres de Parque Central.

El segundo gran boom petrolero se materializaba con una economía boyante en donde el hormigón armado, las vistas panorámicas protegidas por cristales y la inversión en tecnología estadounidense y alemana fueron la norma.

El complejo cultural recibe el nombre de la pianista venezolana nacida en Caracas el 22 de diciembre de 1853. Una de las artistas más prolíficas de América Latina durante la última década del siglo XIX y las dos primeras del XX. Fue también una de las pianistas y compositoras más importantes del mundo en su época ya que desempeñó una importante labor como concertista, empresaria artística, consejera y maestra de varias generaciones de artistas

Tras su inauguración formal en 1983 el Teatro se vendía así mismo como “la obra arquitectónica destinada a fines culturales más importante construida en Venezuela en los últimos cien años”. Importantes obras de reconocidos artistas plásticos se encuentran integradas a la arquitectura del edificio: Jesús Soto, Harry Abend, Erling Oloe, Vicenzo Gemito, Martín Leoncio Funés, Pedro Basalo y Colette Delozanne.

De igual forma, como sede del Ballet TTC, el recinto se enorgullece en presentar al año al menos dos importantes espectáculos de danza. Entre ellos, el emotivo Ballet del Cascanueces, toda una tradición navideña, así como el misterioso Sueño de una noche de verano y El Lago de los Cines. Uno de los momentos más legendarios sobre las tablas del Teresa Carreño fue cuando en  1983, en el marco del Festival de Ballet de Londres, la compañía inglesa interpretó Romeo y Julieta, lo que quedaría como un precedente en la memoria cultural de propios y visitantes.

La inauguración del Teatro venía a suplir una necesidad de la ciudad de Caracas, que desde mediados de siglo veinte venía solicitando una nueva sala que mejorara las carencias del ya casi centenario Teatro Municipal.

El complejo, edificado sobre un terreno con superficie de 22.586 m2, 80 mil metros cuadrados de construcción y con un costo de cerca de 500 millones de bolívares de la época, fue concebido como una estructura arquitectónica integrada al paisaje colindante del Parque Los Caobos.

El Teatro cuenta con talleres y depósitos para escenografía, vestuario y utilería. Los espacios alternos a las salas -terrazas y plazas- sirven para la presentación de conciertos al aire libre, teatro de calle, exposiciones y otros eventos artísticos o socio-culturales. 

Existe también en el Complejo el Archivo Histórico Teresa Carreño y el Centro Documental, importantes repositorios documentales donde se puede consultar sobre la historia del Teatro y la Fundación, así como sobre la pianisto.

El repertorio del Teatro en estos géneros se ha ido multiplicando considerablemente, tanto por producciones propias como con artistas internacionales.

Por su escenario han pasado destacadas figuras como Marcel Marceau, Vittorio Gassman, Phileppe Genty, Renata Scotto, Luciano Pavarroti, Placido Domingo, Monserrat Caballé, Katia Riccielli, Aprile Millo, Juan Luis Guerra, Julio Bocca, Miguel Bosé, Joaquín Sabina, Chico Buarque, Facundo Cabral, Isabel Pantoja, Celia Cruz, Paco de Lucía, Joaquín Cortes, Cristina Hoyos, Rocio Durcal, Raúl Di Blasco, Les Luthiers, Armando Manzanero, Pablo Milanés, Raphael, Fito Paéz, entre otros e importantes gestores culturales como su santidad Juan Pablo II, el Rey Juan Carlos de España, Mario Vargas Llosa, Ernesto Sábato, Lech Walesa, los Jefes de Estado de la OPEP, así como Jefes de Estados de la OEA, entre otros.

Una visita al Teresa Carreño no está completa sin relajarse en una de sus cálidas áreas. El edificio se integra con el "Eje del Buen Vivir", un oasis dentro de la ciudad inmerso entre los árboles y bambúes que rodean al Museo de Ciencias levantado por Carlos Raul Villanueva (el mismo arquitecto de la Central) y que conecta la Universidad Experimental de las Artes con el Teatro.

Este espacio habilitado por la Dirección de Edificios Culturales del Ministerio del Poder Popular para la Cultura fue creado hace más de un año y ha despertado el interés de un público ávido en opciones recreativas y sobre todo gastronómicas, con música, teatro, bebidas refrescantes y buena conversación.   

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